«Pregúntate con quién te gustaría pasar el último día de tu vida y luego reúnete con ellos tan a menudo como puedas». Warren Buffett
El lunes 28 de abril nos quedamos sin energía en el país donde —alguna vez se dijo— “el imperio donde nunca se pone el sol”.
Ironías de la vida: España, en muchos aspectos, parece un blackout permanente, como una casa donde un grupo numeroso insiste en no dejar entrar la luz… por la resaca de una fiesta interminable.
El sol es vida,
suele decir mi padre.
Por cierto, te recomiendo acompañar esta lectura con Stacey Kent:
Volviendo al tema…
Nos quedamos no solo sin electricidad,
sino sin comunicación.
Sin semáforos,
sin wifi,
sin nada.
Solamente
nos quedó lo único que te da
y te quita:
la gente.
Tema del que hablé en instagram:
y escribí la semana que pasó
—y sí, pasé bastante estrés por no poder trabajar ni responder—
pero con el correr de las horas, y esa tranquila certeza de que no estaba en mis manos, me relajé.
Siempre me pareció una buena idea perseguir el sol
cuando hay penumbra emocional.
Me fui al Parque Santander.
Parecía domingo de primavera:
explotaba de gente,
familias, calisténicos,
abuelos, runners divorciadas,
tomadores de sol
y un servidor
sin cobertura,
sin excusas.
Un libro, agua (ni el mate pude calentar)
y para adelante.
Lo bueno: me leí un libro completo.
📖 “Empieza con el porqué”, de Simon Sinek.
“La gente no compra lo que haces; compra el por qué lo haces. Y qué haces simplemente demuestra lo que crees”
“Le estoy hablando a tu corazón”
Muchas veces empezamos la casa por el tejado:
nos obsesionamos con el qué.
Qué vendo.
Qué quiero.
Qué me falta.
Qué pareja.
Qué logro.
Pero…
¿y si empezás por el por qué?
Sinek no lo plantea como filosofía, sino como biología.
El neocórtex: pensamiento lógico, lenguaje, datos.
El sistema límbico: emociones, comportamiento, decisiones.
El porqué no se explica, se siente.
Ya lo decía el madrileño
“Amor se llama el juego en el que un par de ciegos
Juegan a hacerse daño.”
Cuando comunicamos desde “afuera hacia adentro” —desde el qué hacia el por qué— soltamos datos, razones, excusas…pero algo se pierde en la traducción.
Por eso cuando alguien te pregunta “¿por qué estás con esa persona?”,
terminás diciendo:
—"Es inteligente, es divertida, me cae bien..."
Como si fuera una entrevista de trabajo.
Pero... ¿es la única persona inteligente, divertida y bonita que conocés?
Probablemente no.
Ahí patinamos, como Tony Hawk en los 2000s.
Y esto no es porque no sepamos, sino porque no sabemos decirlo.
“Cuando una decisión nos parece correcta, nos cuesta explicar por qué la tomamos.
Una parte del cerebro decide.
Otra trata de justificarlo con palabras.”
La toma de decisiones
y la capacidad de explicarlas
viven en barrios distintos del cerebro.
Así que si no sabés por dónde empezar,
empezá por el porqué.
Porque cuando lo encontrás,
todo lo demás
—el qué, el cómo, el con quién—
se acomoda.
Incluso si te quedás sin cobertura.
Nos vemos la próxima semana.
Santiago ⚡️ | Bienestar + Rendimiento
Crea. Entrena. Construye.
PD: si eres atleta este post que escribí esta semana te interesa👇🏻
Otras formas de estar en contacto:
1 a 1 consultorías: reserva una consultoría para obtener más información cómo puedo ayudarte a optimizar tu rendimiento con bienestar aquí.
X/Twitter: definitivamente mi red social favorita. Aquí estoy muy activo.
Instagram: en la red del postureo tambíen estoy. Lifestyle y buen contenido.
Perfomind: el substack de Perfomind. Aquí escribo 1 vez al mes.
Decidir hacer algo,tiene en la previa ese antes,en pos de solución,logro,inquietud,o simplemente Debo hacer Algo,en respuesta a algo en particular o a la nada misma.
El porque ,para que,lleva en si mismo una respuesta,es una búsqueda a veces necesaria.
No siempre logramos explicar porque lo hacemos aunque soy una convencida,que hubo algo muy implícito que me llevo a hacerlo.De todos modos ,ir hacia un error o algo fructífero vale la pena...Diría el Quijote,Señal que cabalgamos!!!
Buena semana😊