Segunda parte del post de la semana pasada 📝
El artículo anterior se hizo largo, así que decidí dividirlo en dos partes. Si aún no lo leíste, te recomiendo hacerlo antes de seguir con este. 😉
Cuando hablamos con nuestro subconsciente, las palabras importan más de lo que imaginamos. No es solo qué decimos, sino cómo lo formulamos.
Según Netanel Belaish, terapeuta israelí, el subconsciente no procesa bien las negaciones.
Juguemos.
🤔 Prueba esto: No pienses en almendras. ¿En qué pensaste? Exacto: almendras. 🌰
Este mecanismo es clave porque implica que, para influir positivamente en nuestra mente, es más efectivo usar afirmaciones en lugar de negaciones. Por ejemplo, en vez de decir “no te preocupes”, es mejor decir “mantén la calma”.
Así dirigimos la atención a lo que queremos lograr, en lugar de a lo que queremos evitar. 🧘♂️
A mí no me hables en ese tono 🎤
Las palabras no viajan solas: el tono de voz es un avión low cost para la sugestión. ✈️
📢 Dos claves sobre el tono:
Tono descendente → Al bajar la voz al final de una frase, se transmite certeza, autoridad o conclusión. Esto resuena con el cerebro como algo definitivo, lo que lo hace más persuasivo o asertivo. Por ejemplo: "Esto es verdad" (bajando el tono) suena como un hecho cerrado.
Tono ascendente → Subir el tono al final suele indicar apertura, inseguridad o una solicitud de confirmación, como si fuera una pregunta. Por ejemplo: "Esto es verdad?" (subiendo el tono) invita a una respuesta o sugiere duda.
Este principio se relaciona con la ley de causa y efecto.
Una frase estructurada lógicamente, con un tono que refuerza su intención (descendente para afirmar, ascendente para cuestionar), aprovecha la forma en que el cerebro procesa la información: busca coherencia y patrones. Cuando el tono y el contenido están alineados, el mensaje se siente más natural y, por lo tanto, más fácil de aceptar.. 💡
Sugestión inversa: el arte de desactivar resistencias 🔄
¿Sabías que a veces la mejor forma de persuadir a tu 🧠 es no intentarlo directamente? La sugestión inversa es una técnica sutil que desarma barreras mentales y facilita el cambio
⚒️ Ejemplo:
Imagina que estás agotado. Decir “No pienses en lo cansado que estás” solo hace que te fijes más en el cansancio. Ahora prueba con: “A medida que te mueves, notarás cómo tu energía empieza a despertarse”.
¿La diferencia? Esta frase no niega tu estado, sino que te guía hacia una sensación positiva, sin forzar.
Clarifica tu mensaje y genera una percepción positiva.
Hablar en presente: siempre es hoy ⏳
El subconsciente responde mejor a afirmaciones en tiempo presente que en futuro. Decir “estás logrando tus objetivos” tiene más impacto que “lograrás tus objetivos”, porque el cerebro asume lo que está en el presente como una realidad inmediata. 🏆
🗣️ ¿Te ha pasado que un simple cambio en las palabras transformó cómo te sentías o reaccionabas? Cuéntamelo en los comentarios o por mensaje.
¡Te leo! 👇
Si la vas a hacer, hazla bien 💪
El lenguaje que usamos con nosotros mismos moldea nuestra percepción del mundo y nuestra capacidad de actuar. Si logramos alinear nuestro diálogo interno con nuestras metas —eliminando negaciones, usando un tono adecuado y estructurando bien nuestras frases— podremos generar cambios profundos y sostenibles en nuestra vida. 🌟
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Santiago ⚡️
Psicología + Rendimiento
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El poder de las palabras! 🙌🏽