No pienses en problemas que todavía no han llegado
San Isidro
No pienses en problemas que todavía no han llegado
“Tu mayor pecado ha sido autodestruirte y traicionarte a ti mismo por nada.”
—Fiódor Dostoyevski
Recuerdo haber comenzado el sábado como Jim Carrey en su mejor día. Tuve una meseta, luego un descenso a los infiernos, y lo terminé moderado, sin precipitaciones.
Entre mates y malestares, intenté una salida que no se dio. Me quedé navegando en el limbo entre el deseo y lo imposible, como quien espera que algo ocurra aunque sabe que no.
Fue entonces cuando recordé algo que me había dicho un amigo hace tiempo:
¿Por qué no haces un tour en España, pero con gente de habla inglesa?
A primera vista parecía una tontería: ir con guiris a que me cuenten en inglés la historia de Toledo o Segovia, ciudades que hablan en castellano desde antes que Shakespeare naciera.
Pero revisando opciones, como si las hilanderas de Velázquez me tejieran el destino, encontré un tour en inglés para el día siguiente.
El cuerpo pide camino
Antes de eso, y viendo que el estado líquido de mi ánimo necesitaba algo de movimiento, agarré la mochila y salí a caminar sin rumbo. Sin buscarlo, di con la Dehesa de la Villa:
verde, tierra, desniveles.
Un lugar perfecto para oxigenarse.
Si esto fuera un estudio científico, diría que con 85 minutos al sol, la vida me volvió al cuerpo ☀️.
Y lo recomiendo.
En ese sutil instante en que pensás “¿y si mejor me quedo haciendo nada?”, tomá tu vida y salí a dar una vuelta.
Te harás un favor.
Hoy es festivo en Madrid: San Isidro Labrador.
"San Isidro Labrador, quita el agua y pone el sol."
Los madrileños —nativos o adoptados— lo celebran fuerte.
En mi ciudad natal, San Miguel es el patrono, pero no recuerdo haber participado jamás de un acto público en su honor.
Y acá me tenés: festejando a Madrid.
Cosas de expats.
Será que la distancia te permite valorar lo pequeño, lo local, lo cotidiano.
No pienses en problemas que todavía no han llegado
Esta frase no me suelta.
Le damos tanta vuelta a la calesita mental, masticando dudas, anticipando futuros que ni siquiera existen…
Además de salir a caminar, te recomiendo este ejercicio:
Pensá desde el punto de vista del otro. Pero hacelo en serio.
La mayoría de las veces, interpretamos negativas como ofensas personales, como si alguien estuviera desafiando nuestra honorable persona. Y no.
Solo estamos atrapados en nuestra versión del mundo, con un sesgo monumental.
No está mal. Pero se queda corto.
Hacé el intento.
Pensá: ¿qué ve esa persona?, ¿qué le pasa?, ¿por qué decide lo que decide?
A mí tampoco me gusta que me digan que no. Me sabe fatal.
Pero este ejercicio, casi socrático, me recuerda que los otros también tienen sus días de mierda, y que muchas veces no se trata de nosotros.
Por cierto, el tour estuvo bien.
Toledo y Segovia son una preciosura.
Pero no vayas a Toledo un domingo…
Ni en China debe haber tanta gente junta.
Y si vas a Segovia, visitá el Alcázar. Es de ensueño.
En vez de pensar en problemas que no existen, viví experiencias que sí lo son.
De Madrid al cielo.
Santiago ⚡️ | Bienestar + Rendimiento
Crea. Entrena. Construye.
👉 PD: ¿Qué estrategias usás para calmar la mente cuando empieza a anticipar desastres?
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Un abrazo.
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