¡Buenos días! ¿Cómo estás? Hoy quiero compartir contigo algo que he aprendido en mi camino como atleta y que creo que puede ayudarte también a ti.
Es común pensar que, una vez que nos hemos fijado una meta, nuestro avance hacia ella debería ser constante y sin tropiezos. Sin embargo, la realidad es que el camino hacia el éxito está lleno de subidas y bajadas.
“A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar uno.” Napoleón Bonaparte
A veces, nos presionamos mucho para ver resultados rápidos en nuestro entrenamiento y en nuestra vida en general. Pero lo que he aprendido es que el progreso no es lineal, es decir, que no siempre irá en una sola dirección sin altibajos.
Es normal tener picos, valles y mesetas en nuestro camino hacia nuestras metas. Habrá momentos en los que sintamos que avanzamos a pasos agigantados, otros en los que pareciera que no avanzamos en absoluto y también habrá momentos en los que nos sintamos estancados.
Mantener la vista en el horizonte.
Lo importante es ser paciente contigo mismo y con tu proceso.
Las cosas irán y fluirán, y eso está totalmente bien. No te desanimes si no estás viendo resultados inmediatos. Todo lleva su tiempo y cada uno tiene su propio ritmo (o acaso dos personas tardan lo mismo en coronar un puerto?)
Recuerda que el camino hacia tus metas es tuyo y nadie más puede recorrerlo por ti.
Disfruta del proceso, celebra tus pequeñas victorias y sigue avanzando, aunque a veces sientas que sea un paso hacia atrás.
¡Ánimo y a por todas!
Santiago Pedrosa Alvarez
Perfomind
Más Que Vatios
No te rindas👌🏼!