A más de uno la bici le salvó la vida
Y me incluyo.
Si no se hubiera cruzado una bici en mi infancia, probablemente hoy sería ese “gordito nerd” que amaba comer mierd@ y estar en la computadora.
Pero no.
Se cruzó.
Recuerdo mi primera bici importante: una Rally rodado 20, azul. Como buen varón clásiquero, era mi color favorito. Tenía cinco velocidades… y si hubiera tenido un Garmin, seguro vería que la gastaba a más no poder.
Una de mis aventuras favoritas, y si algún amigo de la infancia lee esto lo recordará, era cruzar el río crecido.
Sí, eso hacíamos.
”Ignorance is bliss", dicen los británicos. Razón no les falta.
Ahora entiendo a mi madre, puteando de los nervios mientras me esperaba empapado y feliz en la puerta de casa.
La frase “todo tiempo pasado fue mejor” no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que - felizmente - la gente las echa en el olvido.
“El túnel” Ernesto Sábato
Hace tres meses que regresé a la península.
Siento que llevo mucho más que un ‘trimestre’ acá y a la vez siento que fue ayer cuando estaba compartiendo una pedaleada en grupeta o tomando unos mates al sol del verano austral.
El tiempo se mueve con uno…lo quieras o no.
Y en ese vaivén, hay cosas que quedan.
La bici es una de ellas.
📆 El martes 3 de junio fue el Día Mundial de la Bicicleta. y por eso te comparto este 'elogio a la bici' de Samuel Schkolnik, extraído de Salven nuestras almas.
📖 Es un texto largo, pero hermoso. Por eso te dejo acá un extracto breve para leer en un minuto, una versión completa descargable, y también el audio grabado por mí. Tú eliges.
"En la penumbra del zaguán duerme su liviano sueño la bicicleta. No promete más de lo que puede dar: nos transporta, siempre que le pongamos lo nuestro.
Basta con atender a su escueta arquitectura para intuir que su misión no es el vértigo ni la velocidad, sino el júbilo del movimiento.
Democrática montura sin humos, sabe conducirnos a cualquier parte, recordándonos que el hombre es la medida de todas las cosas.”
‘Esquivando balas con mi bicicleta’
Dice la canción….me recuerda que a más de uno la bici nos salvó la vida.
Y no me limito a que viví y vivo de las “dos ruedas”.
Hablo de las balaceras de la vida.
Crisis. Dolor. Migraciones. Duelos. Alegrías. Despedidas. Encuentros.
Desde las trincheras del ocaso al Broadway de la vida la bici ha sido una constante.
En cada una de ellas, la bici estuvo.
A veces en el zaguán, a veces en la terraza.
Esperando.
Y cada vez que me subí a ella, fue como volver a mí.
Un cable a tierra.
Un pedal para mirar el cielo.
La bici no te da más de lo que le das.
Pero lo que te devuelve…
te devuelve mejor.
Probalo. Salí a pedalear.
Fijate cómo volvés.
Y si nunca lo hiciste…quizás hoy sea un buen día para empezar.
‘Sigue girando 🚴♂️
Con el rock and roll’
Escrito en Madrid.
Santiago | Crea. Entrena. Construye.
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